jueves, 20 de marzo de 2014

Como origamis

Fuente de la imagen: archivo propio
El concepto japonés origami se utiliza para definir el arte del plegado de papel sin usar tijeras ni pegamento, para obtener figuras de formas variadas, muchas de las cuales podrían considerarse como esculturas de papel (Fuente: M. Lafosse[1]). En la Real Academia de la Lengua Española (RAE), este arte se denomina papiroflexia (arte y habilidad de dar a un trozo de papel, doblándolo convenientemente, la forma de determinados seres u objetos). 

En otras zonas hispanohablantes se usa el término nipón para referirse al plegado de papel con fines religiosos o relacionados con la cultura zen y el término "papiroflexia" para la misma acción con la finalidad de ocio o entretenimiento. Intensa y aprovechada la tarde de ayer, escuchando a Beatriz en una sesión sobre el nacimiento y la extensión de la personalidad civil de las personas físicas, donde disertó sobre el papel de la persona en el ordenamiento jurídico español y la atribución de personalidad jurídica, para posteriormente concretar el régimen jurídico de la adquisición y extinción de esa personalidad. 

Al igual que cuando se confecciona un origami, sin el uso de tijeras ni pegamento y plegándose conforme a las experiencias del camino, pensaba que la personalidad se adquiría en el periodo que va desde el fin de la adolescencia hasta el principio de la madurez, pero parece que desde la óptica del Derecho Civil, si bien se me podían haber reconocido determinados derechos aunque aún no hubiera llegado a este mundo[2], por muy efebo e impensado que fuera en mis primeros años de vida, adquirí la personalidad cuando nací y la perderé cuando muera o, ante la falta de evidencia física del fallecimiento, me consideren ausente y, por derivación, se me declare fallecido. 

Parafraseando algunas ideas claves, no cabe duda que, como ser humano, formo parte y soy protagonista de la vida social de mi ámbito territorial de actuación y, por derrame, del entorno legislativo que me rodea, al que, como individuo de este mundo, precedo, debido a que ese cosmos jurídico concurre porque existen seres humanos modelados como origamis y no al contrario, unido a que nos relacionamos unos con otros, en sociedad, configurando situaciones relacionales de todo tipo, como origamis modulares, incluido las conflictivas, que deben ser solventadas mediante la razón. 

En definitiva, el Derecho debe estar al servicio de las personas y no al revés, como algunos elementos de los Poderes del Estado de mi país pretenden hacer creer. La tira del encabezamiento recoge las instrucciones para la confección de un origami XYZ, escritas por un peque de diez años, resultado de su trabajo que te dejo en la foto del pie de post, sendos regalos que recibí en el Día del Padre (si quieres ver el resto de los agasajos, clickea AQUÍ). Fuente de las imágenes: archivo propio.
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[1] LaFosse, Michael G. Advanced Origami. Tuttle. 2005.
[2] como nasciturus o en situación nondum concepti.