Reconozco que entre el estudio, estar la mayor parte del día en la
selva cazando para traer carne a casa, la necesaria y revitalizadora convivencia familiar y el
ratito que te dedico, queda escaso tiempo para poco más, así que me dejo
guiar por los contactos de las distintas redes en las que participo o me
encuentro integrado, para informarme de lo que sucede en el "mundo mundial". Como en la tarde de ayer, que vía Alfonso, Cruz y Conchy, descubrí una joya que me
hizo llorar un montón y todavía a estas horas del alba tengo el corazón “encogío”.
Se trata del cortometraje “Cuerdas”, de Pedro Solís García, reciente ganador de los Premios Goya 2014 al
mejor corto de animación. Esta mañana no tengo palabras para expresar la emoción que
sentí mientras lo veía, por lo que me tomo la libertad de transcribirte la
crítica de Larry, al que sigo en Alucine[1], un blog de cine y con cuyo comentario
me siento plenamente identificado:
“No se necesitan
otros ingredientes para contar una historia como ésta; nada de cursilerías y ñoñerías,
nada de mostrar a los niños como si fueran unos adultos en miniatura e
idiotizados. No, ellos se enteran de las cosas, tal vez a su manera, pero lo
hacen y tienen una sensibilidad muy grande porque sus prejuicios son más
débiles que los nuestros. Ahora bien, no todos los niños son iguales. En este
corto salen cuatro o cinco además de la protagonista y sólo María es la que se
acerca al niño nuevo.” (Gracias Larry). Te dejo el tráiler, alojado en vimeo. También, apunto link a uno de los vídeos de los muchos que circulan en
Internet, éste subido por Alemar Psicólogos. Por si cuando intentes acceder el enlace se encuentra desactivado, aquí tienes otras cuerdas (Fuente de la imagen: página promocional del cortometraje).