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Fuente de la imagen: archivo propio |
Siempre que caigo en la cuenta, al final de la tarde procuro
reflexionar sobre lo acontecido durante el día, interrogándome acerca del
compromiso profesional diario, los resultados totales o parciales consumidos,
las meteduras de pata, los agradecimientos y reconocimientos recibidos y los
emitidos, el conocimiento adquirido y el compromiso construido.
Esta última cuestión sobre la responsabilidad cimentada en
cada paso del camino, no es sólo objetivo de la dirección o del mando intermedio,
sino, es del más común de los sentidos, que realmente es obligación de cada componente
de ese tablero que se llama genéricamente empresa, fundación, asociación, institución… Ahora bien, no toda la culpa de la posible irresponsabilidad
debe asignársele a la dirección.
Yo también soy responsable porque puedo
escoger la actitud ante la ejecución de la tarea, proceso o actividad y ser
consciente del compromiso que debo adquirir. En síntesis, sintonizar con una
mente constructiva y, por derivación, productiva y feliz. Si puedes, recarga
pilas en este fin de semana (Fuente de la imagen: sxc.hu). Fuente de la imagen: archivo propio.