jueves, 17 de octubre de 2013

Como el Guadiana

Fuente de la imagen: jcbeni en pixabay
En el sitio “Siempre amanece ~ de naufragios y resurrecciones”, escribe "llarina" el texto “como el guadiana …[1], que me tomo la libertad de transcribir a modo de introducción: 
“Como el Guadiana… voy, vengo, aparezco, desaparezco, estoy, dejo de estar… Como los ojos del Guadiana… ahora sí, ahora no, las circunstancias mandan… Ocurren cosas todos los días, algunas nos roban tiempo, otras nos roban ganas. Dejemos atrás las ausencias, al menos por el momento”. Los "Ojos del Guadiana" se sitúan en el término municipal de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real, España), y son las fuentes tradicionales, o el punto de surgencia principal histórica donde habitualmente se considera que nace el río Guadiana, al menos en su tramo medio, pues existe otro tramo, denominado Guadiana Alto, que nace a cotas mucho más altas, y que, posteriormente, se infiltra un poco más abajo de las mismas Lagunas de Ruidera, una vez pasado el embalse de Peñarroya, por lo que se considera, de un modo mítico o legendario, que este Guadiana Alto vuelve a aparecer en los Ojos del Guadiana (Fuente: C. Diaz[2]). En el lenguaje corriente de mi país, se utiliza la expresión: "es como el Guadiana", cuando algo ocurre sólo en momentos, normalmente anormales. Varios de mis contactos saben que desde antaño me gusta utilizar esa expresión para designar a aquellas personas de mi ámbito de relaciones que desaparecen de improviso y, al cabo de un tiempo, vuelven a emerger sin tan siquiera informar que se van y por qué. 

Como ya estoy acostumbrado y siempre son los mismos, no me molesta, salvo cuando te implican o te ilusionan con determinado proyecto profesional y a la vuelta de la esquina el susodicho desaparece como por arte de magia, sin atender a correos electrónicos, teléfonos… o te despacha con evasivas. Al tiempo aparece como si no hubiera pasado nada o, incluso, echándote en cara cualquier tontería. Con lo honroso que es coger el toro por los cuernos y si un plan no sigue adelante, o no se puede cumplir con lo promocionado, o han cambiado las tornas... pues se dice y no está uno engolosinado con presuntas falsas promesas de colaboración, de compensación, de retribución, de trabajo, de facturación... Lo normal es que poco a poco se vaya perdiendo la confianza en esas personas, cuando no el respeto, si bien estos perfiles no hay que confundirlos con los “caballeros blancos[3] (ver, también, el postDéspota y podrido[4]), aunque a veces me da que pensar si algún que otro no ha sido engendrado en el mismo entorno, porque ¡Jopé! ¡Qué caradura tienen determinados "Guadianas"! La imagen de cabecera es de una panorámica del "Puente Internacional del Guadiana", muy cerca de su desembocadura (Fuente: Wikimedia Commons). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: jcbeni en pixabay.
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[1] llarina. como el guadiana …. Sitio Siempre amanece ~ de naufragios y resurrecciones. 2009. Visitado el 17/10/2013.
[2] Díaz-Pintado Carretón, José. El polémico Guadiana: historia y leyenda del río Guadiana. Ed. Soubrie. 1997.
[3] Velasco Carretero, Manuel. Caballeros blancos. 2007. Sitio visitado el 17/10/2013.
[4] Velasco Carretero, Manuel. Déspota y podrido. 2009. Sitio visitado el 17/10/2013.