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Fuente de la imagen: geralt en pixabay |
Después de una opípara barbacoa, agradable sobremesa la de
ayer en casa de unos amigos, con los que hace ya unas décadas optamos a unas
licitaciones que, supremamente, eran concedidas a otras firmas nacionales de consultoría,
a pesar de que nuestros proyectos tenían todas las bendiciones en cuanto a
solvencia técnica, dimensionamiento, cualificación curricular de los equipos,
etc. Era de cajón que recordáramos aquellos tiempos ¡Cómo no! Surgió
el tema sobrecogedor de los “sobre cogedores”, que tanto se habla y escribe en
estos días los medios de comunicación nacionales e internacionales. Llegamos a la conclusión que
tan grave es lo de los presuntos sobresueldos no declarados como de dónde salía
el dinero, presuntamente de comisiones por licitaciones de obras y servicios. Recuerdo que aunque nos lo pasamos muy bien preparando los
expedientes, contactando con las personas, diseñando el programa, recabando la
documentación técnica… también dedicábamos tiempo y capital.
Creíamos que nuestra oferta iba a ser
irrechazable, porque al excelente proyecto técnico se unía un ajuste
concienzudo de costes en cada hito o nodo y con el valor añadido de que éramos
una consultora del ámbito territorial de actuación de la entidad pública. Después llegaba el mazazo. Los proyectos se asignaban a otros
y cuando tímidamente solicitábamos argumentación, siempre se nos decía que
nuestra opción era muy buena, pero habían optado por tal o cual. En algún caso
creo que percibimos una ejecución similar a nuestro planteamiento. En fin. Cara
de tonto que se nos queda si entonces también pululaban los “sobre cogedores”. Que esta semana te sea beneficiosa en lo laboral, empresarial, institucional o
profesional, según proceda o te interese (Fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: geralt en pixabay.