sábado, 7 de julio de 2012

Et voilà!

Fuente de la imagen: archivo propio
Después de empujar el carro de la compra durante toda la tarde y descargar los artículos en el maletero del automóvil, cuando iba a colocar el susodicho en el aparcamiento para carros, que el centro comercial tiene habilitado, me doy cuenta que la cadena que enlaza a un carromatito con otro, y que permite liberar la moneda del mecanismo de enganche, era excesivamente larga. 

Presto, intento engancharla sobre el mismo sistema candado del carricochito y, “voilà”, el carro se autolibera, entregándome la moneda. Pensé que en todos los sitios pululan individuos chapuceros, advenedizos, temporeros y gente sin escrúpulos, por no decir, “tontos del culo”. Te dejo la foto con la prueba del delito, por no apuntar “insulto a la mente”.