Fuente de la imagen: archivo propio |
Mi primer recuerdo del Montespejo proviene del año 1995,
dentro del periodo 1994-1998, cuando ejercía de Secretario General en Cecap Andalucía Facep (ver post “No sólo se debe ser honrado…"[1]). Lo disfrutaba junto al equipo federativo que tuve la
oportunidad de coordinar, en el antaño restaurante La Romanza (en calle
Granada, Málaga, España), acompañando al arroz elaborado por el cocinero Juan (de Juan y
Mariano) y servido por el camarero Charly. Como cuando me regalaron una máquina de escribir (ver post
Tecno-austeridad[2]) y jamás pensé que el futuro me deparara la posibilidad de
escribirte, aunque sea con cuatro dedos.
Jamás pensé que años después (2002,
2003 y 2004), tendría la oportunidad de trabajar en las entidades productora (Virgen de la Oliva) y
comercializadora (Tierras de Mollina) de este caldo (ver post “Si viene el vino, viene la vida”[3]). En aquel periodo, también colaboré en la concepción y el
nacimiento del primer tinto joven con Denominación de Origen Sierras de Málaga:
el Gadea. Después, vinieron más ocasiones profesionales relacionadas con el
vino, algunas contadas en este sitio y otras en la sala mental de espera. Lo dicho: fresco, elegante y evocador de afectivas etapas profesionales (fuente de la
imagen: página web del producto). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: archivo propio.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. No sólo se debe ser honrado… 2007. Sitio visitado el 06/05/2012.
[1] Velasco Carretero, Manuel. Tecno-austeridad 2010. Sitio visitado el 06/05/2012.
[1] Velasco Carretero, Manuel. Si viene el vino, viene la vida 2005. Sitio visitado el 06/05/2012.