Fuente de la imagen. captura de pantalla tweet en twitter |
Para Morillo, “el valor de un bien (utilidad), es la apreciación subjetiva más o menos intensa que el actor da al medio que piensa que servirá para satisfacer un fin. Conforme el fin tenga más importancia, el valor del medio será más alto. La importancia de un determinado bien depende, en última instancia, de nuestras necesidades, que son culturales y subjetivas. El valor no es algo intrínseco, no está en las cosas. Es la propia conducta humana, exclusivamente, la que crea el valor”.
Por lo anterior, el valor de los tweets, lo que estás pensando en Facebook o lo que dices en Linkedin, estaría determinado en primer lugar por su poca frecuencia. Es decir, si más usuarios twittean, se incrementa su número y la cantidad de participación, pero más pequeña será la curiosidad, cuidado o atención que el resto de usuarios le prestará a tus aportaciones personales. Por ejemplo, a más amigos en Facebook menos importancia tendrán globalmente y unitariamente.
¿Solución? Tanto los emisores como los receptores, dependiendo del contenido que se recibe o transfiere, deberán disponer de coladores, filtros o destiladores de información, en función de los canales de conocimiento abiertos, de forma que el que emite pueda localizar al que recibe y el receptor no se trastorna, ya que recibe la información en función de su perfil (Fuente de la imagen: stock.xchng). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: captura del tweet de este texto en twitter junto con otros retweets de tweets del autor.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. Oportunidad blogosférica. 2012. Sitio visitado el 23/02/2012.
[2] Morillo Bentué, Juan. Sobre la escasez (II): relación entre la escasez y el valor de los bienes económicos. asturiasliberar.org 2010. Sitio visitado el 23/02/2012.