Agradable almuerzo el que disfruté ayer en el bar El Marísqueo de Teatinos (Málaga, España), en compañía de gente de palabra, decente, buenas personas. Degustamos unas gambas cocidas, unos boquerones fritos y unos calamaritos, regado todo con albariño. Salvo el precio de las copas de vino, la relación calidad/precio de lo demás fue estimable.
Charlamos sobre varios temas. Esta mañana te resalto la oportunidad que brinda Internet a las personas catalogadas como simples u ordinarias, como yo, para contactar con quienes, a su vez, quieran contactar, a través de los comentarios, reflexiones u opiniones.
¿Cuánto durará esta oportunidad cibernética o blogosférica? No lo sé, pero mientras tanto llega el fin, aprovechémonos del momento de networking, relaciones y fluir de conocimiento. Queda claro que los medios sociales virtuales están cambiando el enfoque gerencial. Los directivos de empresas tradicionales, jerarquizadas, agarrados a técnicas ancestrales, empiezan a sufrir las consecuencias de este nuevo mundo. Adaptarse o morir. Esa es la cuestión. Te dejo una foto de uno de los instantes de la comida.