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No era oro lo que parecía relucir. No obstante, la mosca cojonera que de vez en cuando empieza a zumbar detrás de la oreja, me hizo profundizar un poco más y la mente empezó a conjeturar peligros, como cuando veía los anuncios de los pagarés de Nueva Rumasa o el desorbitado e ilógico movimiento constructor y promotor en los años 2005-2006. Visité la página web de la entidad y observé algunos premios recibidos últimamente y anómalas campañas publicitarias.
Lo asocié a esas engañosas altas rentabilidades y saltó la chispa: Hay gato encerrado. Felino que puede estar relacionado con los problemas registrados en otras cajas de ahorro y bancos que quebraron. A pesar de la insistencia de mi interlocutora en que es una entidad de las primeras de nuestro ámbito territorial de actuación, que a su abuela le caía muy bien el joven director de la sucursal… no terminaba de verlo.
Y después de preguntarle por qué me había preguntado, ya que parecía lo tenía claro desde el principio, concluí que su familiar fuera prudente y que, en todo caso, invirtiera lo justo que luego pudiera ser cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos, caso de un hundimiento o, nunca mejor dicho, bancarrota (dibujo de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: _Asma_ en pixabay.