miércoles, 10 de agosto de 2011

Fluir en ella

Fuente de la imagen: Comfreak en pixabay
A la vista del inventario de actividades que tuve realizar para ajustar una reunión en la agenda de la semana que viene, ayer me piropeaba un proveedor por la capacidad de estar en tantos saraos empresariales a la vez. 
Después del consabido dicho “Mucho ruido y pocas nueces”, le dije que se quitara de la cabeza lo que comentó respecto a ser superdotado. Tengo mis imperfecciones e intento día a día superarlas adquiriendo otras habilidades. Y nada de falsa modestia. A favor la suerte de colaborar con equipos comprometidos, que crean significado, se relacionan, tienen perspectiva y generan progreso. Por otra parte, ese talento que habita en cada una de las organizaciones, es el que procura los siempre relativos éxitos que terceros en algún momento me han asignado, homenajeado o agasajado. 

Parafraseando la canción: "Sin él no soy nada". Supongo que alguna excepción habrá en el mundo, pero hoy en día, debido a la complejidad de la dirección y de la gestión empresarial o institucional, es difícil la existencia de un líder, director, gerente… perfecto. Para no alargarme, si quieres ampliar la idea, te remito al post "El maestro liendre"[1]Debo ser consciente de mi imperfección y a partir de ahí, trabajar duro, teniendo presente que no soy nada sin la organización, que debo fluir en ella, colaborando con los demás en labrar, rentabilizar y engrandecer esa inteligencia colectiva que nos envuelve (foto de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Comfreak en pixabay.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. El maestro liendre. 2011.  Sitio visitado el 10/08/2011.