lunes, 15 de agosto de 2011

Emprender juntos

Agradable día de relaciones el de ayer, incluso aceptando la crítica de que tengo unos kilos de más, lo cual es la pura verdad. 

Estuve con unos amigos y conocidos en la feria de Málaga, en el centro (si quieres ver algunas instantáneas, clickea AQUÍ). 

De todo lo escuchado, te resalto esta mañana lo relativo a la fuerza de cohesión de los socios en un proyecto empresarial o institucional.

No es raro leer de vez en cuando en la prensa la historia de tal empresario de éxito, pero no recuerdo ahora un reportaje sobre los socios de un grupo empresarial. Eso es lo anómalo.

Haberlos los hay y, por suerte, más de lo que se pueda pensar, lo que me hace creer que es posible la amistad o la unión, "antes, durante o después" (ver post del mismo título), para forjar una empresa.

Amistades que se unieron para un negocio y siguen siendo amigos/as. 

Personas que se juntaron para un proyecto y surgió la amistad. 

Por supuesto, otros que empezaron un camino profesional y siguen en él sin haber prendido la amistad, pero sí el respeto.

Claro que hay más uniones fracasadas que exitosas, como la vida misma. 

Si pienso que el negocio es el negocio y que éste está por encima de otro sentimiento, a tomar por saco cualquier expectativa de futuro.

Si, además, me dedico a amedrentar a mi socio o socia, amenazándole con vernos en los tribunales si no acepta el “Sí o Sí” que pretendo imponer, o lo intimido con destrozarlo a hachazos limpios, es lógico que procedas a liquidar y separarte lo antes posible.

Pero si trato a mi socio como “socio”, no como currito de una línea de negocio de un quesito más de mis ingresos, respetándolo y asumiendo que “la verdad” no es la mía, sino la de los dos, entonces hay posibilidades de avanzar en el proyecto conjunto. 

Comentaban ayer que para consolidar un proyecto empresarial que supere a los socios, hay que tener unas reglas muy claras. 

La confianza es fundamental (ver post ¿Merece la pena?), pero, también, una sólida amistad y creerse de veras que somos mejor cuando los dos estamos juntos que cuando estamos separados. 

En síntesis, el respeto mutuo y el afecto es una garantía de fortalecimiento de un proyecto empresarial. Cuando existe amistad, los “negocios no son los negocios”, sino algo mucho más importante y serio.

Te dejo una foto, con Paco, Juan Antonio y José Manuel. Que disfrutes de una proactiva semana laboral, profesional o institucional, como prefieras o te interese.