Fuente de la imagen: elaboración propia |
Las cajas eran pesadas en una romana habilitada al efecto. La unidad de medida era la arroba, @, que equivalía a la cuarta parte de un quintal, es decir 11,50 kilogramos (un quintal son 46,04 kg), si bien en algunas zonas, como Aragón (España), equivalía a 12,5 kg. Años después, me encontré la @ en la maquinilla que me regaló una tía de mi padre y donde aprendí de forma autodidacta a escribir a máquina, método que no te recomiendo, ya que terminé de dudoso mecanógrafo, escribiendo con sólo dos dedos, costumbre que ahora no puedo quitarme.
Tuvieron que pasar otras dos décadas, año 1995, para volver a encontrarme con la @. Estaba el símbolo en la dirección de correo electrónico, separando el nombre de la organización empresarial donde laboraba, del dominio de internet. Ya te escribí en el post Tecno-austeridad[1] sobre el uso de la @ en los teclados de ordenadores. Hoy lo refresco de nuevo, debido a que durante unos días he tenido fastidiado el dedo índice de la mano izquierda, consecuencia de un infortunado corte con un cuchillo jamonero.
La parte positiva de esta incomodidad es que he vuelto a ser consciente del tremendo uso que actualmente le damos a la “arroba” y que todavía los diseñadores de teclados no hayan caído en esta cuenta. Excepto en algunos móviles, sigo pulsando simultáneamente dos teclas para escribir este símbolo ya universal, cuando lo fácil sería reagrupar otros signos casi no utilizados y con un solo toque anotar @ (imagen del símbolo; fuente:imagenes-gratis.net). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: elaboración propia.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. Tecno-austeridad. 2010. Sitio visitado el 20/02/2011.