Fuente de la imagen: carolynaboot en pixabay |
En líneas generales, cuando llegan los resultados negativos, el directivo o empresario tiende a ser optimista y piensa que es cuestión de tiempo el que la tendencia cambie, por lo que se pertrecha en la barricada a la espera de que lleguen tiempos mejores. Otros, son más peligrosos y, simplemente, no aceptan los datos rojos, aunque las reiteradas cuentas de resultados de sus empresas o participadas cantan desde hace tiempo lo ineptos que son y la necesidad de una reestructuración brutal o un cierre definitivo.
El caso es que hay que ser sincero con uno mismo y tener los pies en el suelo, interpretando adecuadamente el sinfín de señales que nos dicen lo comprometido de mantener las improductivas actividades empresariales y que cada día que pase se multiplica el capital que se pierde o el grado de endeudamiento que no se va a poder devolver (dibujo de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: carolynaboot en pixabay.
_______________________________
[1] Jennifer Wang. “Ask a Pro: Closing Time. Entrepreneur. 2010. Sitio visitado el 25/11/2010.