Buenos días. Tarde llego a la cita. El motivo: la “pechá” de dormir que el cuerpo se ha concedido. Como dice una amiga: “Lo necesitaba”. La semana laboral que terminó ayer, no me ha permitido escaparme para visitar las rebajas y eso que los carteles y los mensajes publicitarios han inundado mi entorno vital, hasta los comentarios de las compañeras en la ofi. ¡Uf! Tantos avisos llegan a molestarme e intento ignorarlos de una u otra forma, desde borrar los correos electrónicos, cerrar las páginas web publicitarias, saltarme los anuncios en la tele, cambiar de sintonía en la radio, etc. Y en las redes sociales no te digo ¡ná! REBAJAS por todas partes. El caso es que, según se escucha en mentideros de buena tinta, algunos establecimientos ofrecen verdaderas gangas, así que a ver si me paso a comprar unos zapatos y alguna camisa. Si encuentro algo interesante, te lo contaré (anuncio de Coca-Cola de 1890; fuente: Wikimedia Commons).
