¡ Chocolate ! ¡ Molinillo !
¡Corre, corre,
que te pillo!
¡A estirar, a estirar!
Que el demonio va a pasar.
Contemplando el dibujo que te dejo en este post, realizado por un peque de cuatro años, se me vino a la memoria la frase "Te pillé", de los escasos momentos en que pude jugar al "Tú la llevas" -o la "tula" de mi infancia-, cuando nos visitaban en el inaccesible campo, los primos o algún extraviado amigo de la familia, con sus hijos.
Los tímidos niños, necesitábamos horas para confraternizar. Cuando faltaba poco para despedirse es cuando empezábamos a jugar. Las niñas, eran más decididas y al poco ya estaban moviéndose en el "Corre, corre, que te pillo!" Cantando la letra que te he dejado al principio del post. Hoy, ocho de diciembre, quisiera alcanzar esos momentos de mi niñez, darles una palmada en la espalda y gritarles, al estilo del juego: "Tú la llevas" (Texto rectificado posteriormente).