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Hace unos años, se escribía en businessweek,
Karma Capitalism, que durante una conferencia
Swami Parthasarathy, experto en
Vedanta, una de las antiguas escuelas filosóficas de la
India, en la que impartía a inversionistas y expertos financieros nociones sobre la compulsión de amasar una fortuna y sobre la felicidad interna, en las oficinas de Lehman Brothers Inc., un joven banquero le preguntó sobre cómo lidiar con los colegas malintencionados. “Sácalos de tu mente”, le respondió Parthasarathy. “Sólo tú eres el arquitecto de tu infortunio o de tu fortuna”.
Antesdeayer, leíamos en New York Times,
Lehman Files for Bankruptcy; Merrill Is Sold, que después de mantener conversaciones con el
Banco de América y
Barclays para una posible venta de la empresa, el 15 de septiembre de 2008 Lehman Brothers anunció la presentación de quiebra. Parafraseando al maestro indio: ¿Son sólo ellos los arquitectos de su infortunio? Con todo el respeto a Parthasarathy, pienso que no sólo Lehman es responsable del desastre.
Los poderes económicos y políticos y, en menor medida, la aquiescencia de los directivos y técnicos de los órganos de control, son los realmente culpables del desaguisado, al permitirlo desde el inicio. ¿Por qué esta entidad no ha sido ayudada por la Administración norteamericana? Intereses. ¡Ah! ¡Si los
fundadores de la corporación levantaran la cabeza! (
foto de Emanuel y Mayer Lehman, fundadores de Lehman Brothers en 1850; fuente: Wikimedia Commons). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: skeeze en pixabay