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Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
Dice el refrán: “En el andar y el vestir serás conocido entre mil”. Ya sabes que provengo de un recóndito lugar de la Serranía de Ronda, otrora aislada y siempre profunda. El destino me ha empujado a transitar por caminos laborales, opuestos a la actividad ganadera y agrícola que inicialmente me esperaba, donde la vestimenta suele ser recia y funcional. Me gusta navegar, lidiar, bregar profesionalmente en corriente, por lo que acepto el traje como uniforme de trabajo. Observando, escuchando y practicando, intento aprender continuamente en educación y protocolo, de forma sincera, natural
[1].
Ayer, caminaba por C/Nueva, Málaga capital (España), bajo un sol de justicia, cuando me encontré a un amigo que, nada más verme, me soltó: “Manuel, con el calor que hace, ¿por qué vas vestido de chaqueta y corbata?" Le expliqué parte del truco: “camisa de manga corta”. La amistad debe hablar de forma sincera. Así lo hizo él. Me comentó que los temas de vestir son personales y lo importante es sentirse a gusto, pero, en su opinión, protocolariamente no es adecuado llevar corbata con camisa de manga corta.
Lo sé, sobre gustos, estilos y pautas de conducta, no suele haber nada coherente escrito, pero, por un momento, ante las altas temperaturas, me sentí un tanto divertido, por no decir ridículo. ¿Por qué no estaba cómodo? Recordé la vestimenta de las personas de la reunión de trabajo a la que acababa de asistir: eficaz contra el calor y de buen gusto. A seguir observando, escuchando, aprendiendo. Gracias, amigo. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Reconociendo que unas veces lo hago mejor que otras.