lunes, 28 de julio de 2008

Arraijanal

El biólogo y oriundo del querido pueblo de la comarca antequerana, Mollina (Málaga, España), Miguel Ángel Heredia, me cursó el viernes una invitación (gracias, Miguel Ángel), para unirme a la plataforma en contra de la construcción en la playa de Arraijanal, entre la urbanización Guadalmar y el Campo De Golf, (ver cobertura en el diario local Sur). Si eres de los escasos sufridores que leen este blog, sabrás de las náuseas que me producen la depravación y presunta corrupción inmobiliaria en la Costa del Sol (ver búsqueda parcial), por lo que entenderás que me encuentro especialmente sensibilizado con estos peliagudos temas. Antes de aceptar el llamamiento de Heredia, he refrescado la información sobre el caso. 

En mi humilde opinión, y con todos los respetos a los técnicos y políticos que han diseñado y promovido el plan urbanizador objeto de litigio social, existen aspectos que deberían no sólo ser aclarados, que seguro que el representante de turno lo argumentará, sino sometidos a un acuerdo mucho más amplio, como garantía y decencia del proyecto a medio y largo plazo. Al igual que considero la trayectoria de Miguel Ángel, también respeto y, en determinadas acciones, apruebo el camino gestor del alcalde, por lo que, desde esta humilde atalaya, animo a que las mentes políticas se encuentren abiertas y se avance en una solución, en la que todos nos sintamos partícipes, no sólo un PSOE, un PP o una IU, sobre la base de respeto a la Naturaleza, perspectiva de futuro, transparencia en la gestión y en la ejecución. Sobre todo, que nuestros nietos y nietas se sientan orgullosos de la sensibilidad medioambiental, ordenado e integrado crecimiento sostenible de la ciudad y capacidad de consenso de sus ancestros. Ánimo, podéis hacerlo.