domingo, 6 de enero de 2008

La vivienda nipona

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Te imaginarás la causa del retraso de la cita de hoy. Sus Majestades de Oriente han pasado esta noche por el hogar y han dejado algunos detalles. Uno de los obsequios que he reivindicado, no lo han traído. Supongo que debido a causas diversas: por mi prepotencia, porque no he sido bueno durante el año pasado, debido a que tienen otras muchas más demandas que atender o que, sencillamente, la materialización del regalo se realizará a lo largo de 2008 (eso espero). Cambiando de tema, quería comentarte brevemente el artículo Building wealth[1], de la edición del jueves pasado de The Economist, acerca de la esperanza de edad de las casas en Japón, cosa que me ha sorprendido, ya que tenía entendido que los japoneses son muy concienzudos a la hora de construir, por los terremotos y la escasez de suelo, fundamentalmente. 

Pero, a pesar de que las viviendas son cimentadas y levantadas para aguantar sacudidas y temblores de tierra, mínimas son las que resisten en pie durante varias décadas. El número de edificios es sorprendentemente reciente. La carencia de conservación y de instituciones que activen el mercado de segunda mano, ha suscitado que sólo el 13% de las casas haya sido revendido en algún momento. Para enmendar la tendencia, el gobierno nipón proyecta encuadrar nuevas disposiciones fiscales que propicien una edificación más perdurable, como la disminución de impuestos sobre transmisiones patrimoniales, entre el 25% y el 75% durante siete años, para las casas que se adhieran a normas de construcción maciza. Para estos inmuebles, las hipotecas pueden llegar a los 50 años[2], y las autorizaciones de construcción estarán más factibles de conseguir[3].
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[1] The Economist. Building wealth. 2008. Sitio visitado el 06/01/2008.
[2] A diferencia del máximo acostumbrado de 35.
[3] Foto del centro financiero de Yokohama; fuente Wikimedia commons.