Fin de año en Alemania

Fuente de la imagen: mvc archivo propio

El mochilero e ingeniero agrónomo Iván, editor de "Un ciudadano en el mundo"[1], me remite un correo comentándome que a final de diciembre se pira con su mochila para Alemania[2]. Curiosamente, ayer estuve almorzando en el restaurante Luciano[3] y entre bocado de bacalao de la casa y aspiración de DV 2006[4], de la bodega Descalzos Viejos, me comentaba un comensal y amigo, que se marcha con su familia a pasar el fin de año a Berlín. ¡Pero bueno! Respeto al pueblo alemán y envidio sus índices de productividad y rentabilidad, su capacidad de resurgimiento de las cenizas y su actual nivel de vida. 

También, algunos extintos familiares emigraron a ese país en la década de los sesenta[5] y fueron tratados con deferencia y tolerancia. Sin embargo, en estos momentos no estoy mentalmente preparado para viajar a esos lugares. Probablemente sea porque mi incentivada afición a la Historia, ha propiciado que, recientemente, refrescara lecturas más o menos imparciales de la Primera y Segunda Guerra Mundial y cierta melancolía, desolación, congoja o desconsuelo, anida todavía entre mis desorientadas neuronas. Quizás, en otra coyuntura emocional[6].

_________________

[1] Donde guarda unas preciosas fotos y un decente contenido escrito.

[2] Que te lo pases muy bien, Iván.

[3] Ronda, España.

[4] 60% Syrah, 35% Merlot, 5% Garnacha.

[5] Velasco-Carretero, Manuel (2005). En recuerdo de mi tío Juan. Sitio visitado el 23/12/2007.

[6] Foto de wikimedia: Creación del imperio alemán en 1871