jueves, 16 de agosto de 2007

Discordante o paradójico

Cuentan que una persona fue a visitar a un amigo que tenía un loro encerrado en una jaula. A lo largo del encuentro, el animal no cesaba de exclamar: ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad! Cuando regresó a su casa no podía dejar de recordar la lastimera solicitud del ave, por lo que decidió liberarlo cuando el amigo se ausentara.

Esperó el momento adecuado y abrió la puerta de la jaula. Sorpresivamente, el ave se guareció en la parte trasera de su prisión, aferrándose con todas sus fuerzas a los barrotes sin dejar de quejarse: ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad! (relato clásico de la India). El loro discordante o paradójico, como las personas (Fuente de la imagen: elaboración propia).