lunes, 9 de julio de 2007

Ceder el paso

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Decía Se le atribuye a Abraham Lincoln que la siguiente frase: “más vale ceder el paso a un perro que dejarse morder por él”. Refranes aparte, esta mañana voy a poner en práctica el consejo que me dio un amigo el martes de la semana pasada. Entre las obras de la ciudad y la afluencia de turistas en esta fechas, están las rondas y las calles de Málaga intransitables y te ponen los nervios de punta.

Le comenté lo cabreado que venía por la dichosa circulación y me dijo: “Mi técnica consiste en ceder el paso”. Resulta que se lo toma con filosofía y se compromete consigo mismo a facilitar la conducción a otros conductores un mínimo de diez veces de forma consciente (además de cumplir la normativa legal, claro) y si supera ese número, mejor. Conecta su programa favorito en la radio y a “fluir” por la vía[1].

Por lo visto, esos diez minutos de más que “teóricamente” se pierden con ese compromiso, los utiliza en cargar sus pilas emocionales. Las prisas y la mala educación que muchos de nosotros tenemos al volante, nos llevan a realizar acciones censurables. Paralelamente, nos saturamos de energía negativa que nos condiciona durante el resto del día. Quizás tiene razón. Lo voy a intentar (Fuente de la imagen: sxc.hu). 
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[1] “Sé agua”, como diría Bruce Lee.