En febrero de 2004 escribí el post Tortitas de bacalao al crujiente foro, Allí os comentaba la bonita experiencia del año 2002, participando en un foro de gastronomía de uno de los portales de un grupo empresarial donde colaboraba, conociendo a un manojo de encantadores y documentados participantes, con Koskorro a la cabeza. Años después (2006), reedité el mismo post en otro blog y tuve la suerte de cruzarme en el camino de Koldo, el koskorro de 2002. Desde entonces he procurado no perder contacto y de vez en cuando me pincha en la Red o le azuzo virtualmente, para que la llama de la relación no languidezca.
También, me queda un buen poso de las sobremesas, leyendo las conversaciones de los participantes en el foro que, liderados por Koskorro, consiguieron un estratosférico y virtual nivel de participación y de conocimiento. Allí aprendí un poco más la cultura del vino y de la comida. Ahora le digo a mi querubín: “Hay que comer para vivir, no vivir para comer”. “Hay que beber para vivir, no vivir para beber”. Os deseo la mejor de las suertes en vuestra nueva andadura (No te olvides, Belén, del portal de viajes y de rutas). Fuente de la imagen: página web de interdelicatessen.com