Ya decía yo, que con mi inglés de los Montes de Málaga, no voy a ninguna parte. SPIN-OFF. Me entró la risa y ja ja y ja ja. Ya mas calmado, le sonsaco: ¿Para qué negocio? “Pues mira, como alquilo mucha maquinaria y no estoy conforme con el servicio que me prestan, he pensado en iniciar un negocio de arrendamiento de esos productos y poner luego a uno de mis hijos al frente, cuando ya se haya consolidado el proyecto”.
Bueno, opinen ustedes. Cierto que el concepto spin-off conlleva la puesta en marcha de negocios, al amparo de empresas o corporaciones existentes, por iniciativa de una persona o equipo de la estructura organizativa consolidada y que, en base a un plan estratégico, de viabilidad, de negocio, etc., va adquiriendo independencia total. Lo que pasa es que, por algún tipo de deformación profesional o formativa, las encuadro dentro de proyectos de I+D+i y no me paro a pensar que “ancha es Castilla”.
Por otro lado, las cogniciones que subyacen al progreso de esta maniobra empresarial, subsisten en la mente de cada emprendedor o empresario, al abrigo de la apreciación manifiesta que han realizado previamente, a través de su inteligencia intuitiva; por ejemplo, la idea que se me ha trasladado por teléfono. Habría que ver si dicho modelo discernido es viable o no, pero eso es harina de otro costal (Fuente de las imágenes: Wikipedia). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: flyupmike en pixabay.