¡Uf! El atasco en el centro de Málaga ha sido monumental. Pido a los Reyes Magos una actividad profesional el año que viene en el Parque Tecnológico, aunque sean sólo unos días a la semana, porque mis nervios no sé si aguantarán tanto desenfreno automovilístico y urbanizador[1].
No hace falta que ninguna escuela de negocio lo investigue con dinero público: la de horas de descanso y de productividad que se pierden. Menos mal que ahora, en la sobremesa y con mi querubín, actúa de sedante la lectura del libro Los 33 Reyes Magos, de Idígoras y Pachi[2].
Hemos puesto el punto de lectura, obsequio de Aldeas Infantiles SOS, en el Rey Hilario, que es coleccionista de mariposas. Y a dormir la siesta reparadora. Mañana escribiré sobre las redes sociales y la delincuencia, porque hoy mi cafetera va muy lenta. Fuente de la imagen: formato del libro
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[1] Con las obras del Metro y resto de construcciones en marcha.
[2] Les elaboré hace unos años un plan de negocio para su editorial que no sé si se aplicó.