Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Las Recetas de la Abuela Juli |
No vemos por qué este omelette, que no contiene carne ni más condimento que el azúcar, debería ser particularmente adecuado para bribones. "Es la carne --según la clerecía montaraz de la época-- y enfoguecida por los condimentos", la que inflama las pasiones y nos lleva a pecar. Cabría preguntar por las estadísticas, por estamentos sociales, de los pecados de gula y lujuria, pero vuelvo al sujeto del tema: Este omelette puede ser paladeado sin correr el riesgo de caer en deslices morales. Ya que las naranjas medievales eran más bien ácidas, sugiero una moderada mezcla de naranjas y limones. El azúcar y la acidez del jugo evitarán que los huevos se fijen totalmente, así que esta receta es más bien una crema tipo natillas, que puede ser un inusual y muy placentero postre". Fuente de la receta: Koldo Iturrioz (Gracias Koldo). Formato cambiado con posterioridad. Fuente de la imagen: sxc.hu y elaboración propia. Título cambiado; el anterior era: "Omelette de naranjas para prostitutas", pero se consideró demasiado largo para un post[3].
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[1] Johannes Bockenheim o Buckehen.
[2] Recientemente editado por Bruno Laurioux.
[3] Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Las Recetas de la Abuela Juli.