martes, 19 de agosto de 2025

El derecho a arrepentirse, con asterisco

Fuente de la imagen: ¿Puedo desistir de un curso on line o streaming? (M. Velasco, 2021)
Algunos estamos acostumbrados a la comodidad de comprar algo por internet y sentirnos seguros sabiendo que, si nos arrepentimos, tenemos un plazo de 14 días para devolverlo sin dar explicaciones. Es lo que legalmente se llama derecho de desistimiento, herramienta genial que protege a los consumidores. Sin embargo, como casi todo en la vida, esta regla tiene excepciones, y algunas de ellas nos pillan por sorpresa, como cuando intentamos devolver una entrada a un museo o una botella de vino (M. Velasco, 2025)[1]. Y es que, aunque el derecho a arrepentirse está ahí para nosotros, la ley es inteligente y ha tenido que poner límites para que el sistema funcione para todos, tanto para los compradores como para los que venden. Una de estas excepciones está en los servicios que se planifican para un día concreto. Pensemos en esa entrada de museo que compraste para un sábado a las 11:00. El museo, para ese día y esa hora, ya cuenta con tu asistencia y ha organizado su aforo y su personal. Si pudiéramos arrepentirnos en el último instante y devolver la entrada sin motivo aparente, el museo tendría un problema, pues habría perdido una oportunidad de venta que, obviamente, no puede recuperar[2]. Por eso, el ordenamiento jurídico de aplicación especifica que en los servicios de esparcimiento que tienen una fecha concreta, como una visita a un museo, el derecho de desistimiento no se aplica, puesto que el trato, en este caso, es la reserva en un momento determinado: compromiso bilateral.

La segunda excepción que comento es la que afecta a productos que se echan a perder o se pueden alterar fácilmente, como podría ser una botella de vino. La ley entiende que el valor de un producto así está muy ligado a sus condiciones de almacenamiento y su frescura (C. Cordero, 2021). Si tú compras un vino por internet y luego lo devuelves porque cambiaste de idea, la empresa no podría garantizar que ese vino ha sido conservado de forma óptima fuera de sus instalaciones. ¿Cómo van a vender esa misma botella a otra persona sin saber si ha estado en un sitio con mucho calor, por ejemplo? Por eso, la normativa los protege, indicando que no se puede devolver un bien que pueda deteriorarse o caducar con rapidez (Real Decreto Legislativo 1/2007). Y si la botella ya está abierta, la excepción es aún más clara, pues ya no sería apta para su venta a otro cliente por razones de higiene y calidad. Ahora bien, es necesario entender que estas excepciones solo aplican al "arrepentimiento". Si la botella de vino que te llegó está en mal estado, si tiene "corcho" o si te enviaron una que no pediste, eso es un problema de calidad del producto, no de que tú te arrepientas. En ese caso, la ley te protege con la garantía legal y la empresa sí estaría obligada a ofrecerte una solución, asumiendo todos los costes. Así que, en resumen, la ley nos da un paraguas muy grande, pero también ha tenido la sabiduría de dejar fuera la lluvia que podría ahogar a los negocios. Fuente de la información: textos referenciados. Fuente de la imagen: mvc.
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Cordero, C, Castelló, J. (2021). Derecho de la Contratación Electrónica y Comercio Electrónico en la Unión Europea y en España. Ed. Tirant Lo Blanch.
Una mirada crítica hacia el derecho de desistimiento en los contratos de consumo y perspectivas de futuro. (2021). Revista Jurídica Universidad Autónoma De Madrid, 43, 59-77.
Beluche, I (2009)., El derecho de desistimiento del consumidor, Valencia (Tirant Lo Blanch), 2009.
Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias.
[1] Velasco-Carretero, Manuel (2025). Desistimiento: El límite entre el arrepentimiento y la ley. Sitio Gestión Empresarial. Visitado el 19/8/2025.