![]() |
Fuente de la imagen: Corazón de Jabato (M. Velasco, 2016) |
La clave se encuentra en que cada organización adapte estas medidas a sus propios riesgos de soborno, que, obviamente, pueden variar mucho según su tamaño, sector o ámbito territorial donde operen. En este punto, cabe preguntarse ¿Y cómo funciona este "manual" o sistema? Pues, básicamente, te da una serie de requisitos y consejos para poner en marcha tu propio sistema antisoborno, mantenerlo, revisarlo y mejorarlo continuamente. Por ejemplo, te pide que entiendas bien el entorno de tu organización y a las personas con las que tratas. Te pide que hagas una evaluación detallada de los riesgos de soborno a los que te enfrentas. También, subraya lo importante que es el compromiso de los líderes de la organización. Ellos son clave para establecer una cultura donde la integridad, la transparencia y la honestidad sean lo primero. Además, hay que tener una política clara contra el soborno y asignar a alguien o a un equipo la función antisoborno para que se encarguen de esto. Igualmente, la norma te guía sobre cómo planificar qué acciones tomar para abordar los riesgos, cómo gestionar los recursos necesarios, cómo asegurar que el personal tenga la formación adecuada y esté concienciado. Y esto sirve para tus empleados y para tus socios de negocios. Te indica cómo comunicar bien estas políticas y cómo tener la información documentada. En la práctica, te enseña a llevar a cabo una "debida diligencia" (es decir, investigar bien a tus socios comerciales o a quienes trabajan contigo para asegurarte de que son de fiar), a establecer controles financieros y no financieros para evitar que se usen para sobornos y a gestionar temas como los regalos o las invitaciones.
Asimismo, es necesario disponer de un sistema para que la gente pueda plantear sus inquietudes si ven algo sospechoso y saber cómo investigar y solucionar los casos de soborno que puedan surgir. Después de poner todo esto en marcha, la norma te indica cómo evaluar si tu sistema está funcionando bien, cómo hacer auditorías internas para comprobarlo y cómo la dirección debe revisar todo esto periódicamente. Y, por supuesto, una parte fundamental es la mejora continua: el sistema debe ir adaptándose y mejorando con el tiempo. ¿Qué ganas con todo esto? Pues, principalmente, te ayuda a evitar los altos costes, los riesgos y el daño a la reputación que puede causar el soborno. También, promueve la confianza en tus relaciones comerciales y mejora la imagen de tu organización. Eso sí, es importante entender que esta norma no puede garantizar que el soborno nunca ocurra, porque es imposible eliminar el riesgo por completo. Pero sí te da las herramientas para tomar medidas razonables y proporcionales para prevenirlo, detectarlo y responder eficazmente. Además, esta norma está hecha para que sea compatible con otros sistemas de gestión que ya puedas tener, como los de calidad (ISO 9001) o medioambiente (ISO 14001) o, incluso, con otras normas relacionadas con la gestión de la ética o la gobernanza. En conclusión, la UNE-ISO 37001:2025 es una herramienta para cualquier organización que quiera tomarse en serio la lucha contra el soborno, ayudándola a operar de manera más ética, transparente y segura en un mundo donde la integridad es cada vez más valorada. Fuente de la información: texto referenciado.
__________________
[1] Velasco-Carretero, Manuel (2025). ¡La UNE-ISO 37001:2025 ya está aquí! Sitio Compliance. Visitado el 5/8/2024.
[2] Como ayuntamientos o ministerios.
[3] Empresas normales.