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Al igual que con su hermano blanco, la vendimia también se realiza a mano, repasando cada racimo en la viña y colocándose en pequeñas cajas con el pedúnculo hacia arriba. La frescura del tinto se busca en la Romé, que se corta en la primera pasada del viñedo, mientras que la Syrah entra en la bodega con una buena maduración. Fermentandas las uvas por separado, se ensamblan y da la criatura sus primeros pasos (seis meses) en barricas de roble francés, criándose un vino, que le gustó especialmente al rondeño José Miguel, de intenso color picota, con aromas a frutos rojos y frescura, estructura y suculencia en boca. Parte de este texto también se ha editado en el sitio vinopost, bajo el título "La Raspa tinto". Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2023). Pa` eso estamos. Sitio visitado el 03/03/2024.
[2] Syrah: Variedad mediterránea de origen persa. Muy bien adaptada a los climas cálidos y secos, donde da vinos de intenso color, afrutados y con buena estructura.
[3] Romé: La única variedad tinta autóctona de Málaga, de la que quedan muy pocas hectáreas y la mayor parte se encuentran en la Axarquía. Una uva muy camaleónica donde en la misma cepa podemos encontrar racimos sin enverar, parcialmente enverados o enverados en su totalidad.
[4] Ambos viñedos de más de 800 m de altitud orientados al Norte (Pagos tardíos) y con suelos mayoritariamente de esquistos y filitas negras.
[5] Asentamiento mozárabe.