Fuente de la imagen: archivo propio |
Típica mañana de lunes aciago la de ayer. Desencuentros económicos, expresiones emocionales presuntamente salidas de tono… y un largo rosario de discordancias propias de toda finalización de un trabajo en el tiempo pandémico en el que estamos. Pero, enfrascado en todo ese maremágnum, me hacen llegar el obsequio del que te he dejado una foto en el encabezamiento. A los agradecimientos recibidos con motivo del curso Gestión del Marketing 2.0, que te referencié en ¿Caminamos hacia un Marketing 5.G? y "Dedicado a esos héroes del marketing digital", se une esta taza. ¡Muchas Gracias! Se me olvidaron todos los sinsabores, recargué pilas en un instante y retomé la velocidad de crucero adecuada (Fuente de la imagen: archivo propio).
Minutos antes de recibir el regalo, wasapeaba con un participante del curso, que estaba interesado en realizar determinada formación en modo presencial virtual y quería que le identificaran al docente que la iba a impartir, pero la empresa de formación se escudaba en no sé qué normativa específica del ordenamiento jurídico en materia de discrecionalidad. Ni que fuera formación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), pensé. Considerando la importancia de este derecho del potencial alumnado de conocer los recursos pedagógicos y didácticos que se pondrían a su disposición, entre los que, entiendo, debe estar el currículo del claustro de profesores o tutores (como no podía ser de otra manera), decidí preparar un vídeo tutorial para el alumnado y que hago extensivo aquí por si te puede interesar.