Fuente de la imagen: Sitio "Las Recetas de la abuela Juli": Garbanzos a la Gimenez con "G" |
Hace unos años, en el texto “Entre lo típico y lo sinérgico”, reflexionaba sobre la fórmula ideal para dirigir un equipo, proyecto, empresa, actividad o tarea, cuya organización se encuentre soportada, toda o una parte, en el teletrabajo. Evidentemente, sin los desarrollos y soluciones tecnológicas actuales sería impensable este modelo de producción, pero es un desafío trascendental, puesto que se tiene que contar con destrezas y pericias específicas, en base a la organización que debemos coordinar, en parte virtual, pero siempre física. A ello se une la necesidad de incentivación de lo que denominé “sinergias colaborativas virtuales”, mediante la ayuda al equipo a entender el papel de lo virtual en general y del teletrabajo en específico, explicando en ese entorno de trabajo los objetivos comunes, rentabilizando al máximo esas nuevas herramientas de colaboración que permitan al grupo alcanzar un consenso en los desacuerdos preexistentes o que surjan en el transcurso del mismo. De esta forma, se derriban posibles barreras construidas por el entorno virtual, se abren otras ventanas de conocimiento y se fortalece el compromiso y la responsabilidad de todos los participantes en estos modelos de producción y trabajo colaborativo.
Otros aspectos que consideraba trascendentales y que estimo siguen en la actualidad sin darle la importancia que se merecen son los relativos a la salud, tanto la emocional, consecuencia del aislamiento, como la física, sedentarismo. En esta última cuestión, recientemente Pascale Santi escribía en Le Monde[1] sobre los riesgos del teletrabajo al limitar la actividad física y aumentar el sedentarismo. Según Pascale, “el tiempo que se pasa sentado o acostado estando despierto es un factor de riesgo para la salud. Y esto, independientemente del nivel de actividad física. Este efecto deletéreo es tanto más fuerte cuanto que las duraciones son largas. La apuesta es colosal: un estilo de vida sedentario es responsable del 10% de las muertes en Europa, según la Organización Mundial de la Salud”. Referencia la cavilación de François Carré[2]: “Cuanto menos nos movemos, más comemos. Este es el circuito clásico de la leptina[3]”. Finalmente, según el Observatorio Francés de Actividad Física y Vida Sedentaria (Onaps), "cuando estamos inactivos, tendemos a comer más de lo necesario y a menudo alimentos ricos en grasas y azúcares". Fuente de la imagen: Sitio "Las Recetas de la abuela Juli": Garbanzos a la Gimenez con "G".
________________________________________________
[1] Santi, Pascale. Le télétravail risque d’aggraver la sédentarité et ses effets. Le Monde. 2020. Sitio visitado el 03/09/2020.
[2] Carre, François. cardiólogo y médico deportivo del Hospital Universitario de Rennes.
[3] La hormona que regula la saciedad y el metabolismo.