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Con D. Adolfo Álvarez Infantes (drcha.), compañero de "fatigas profesionales" |
Hace unos días, leía el twitter de
@harryelsocio que te transcribo a continuación y a final del párrafo inserto: “No me creerán pero he encontrado un perfil en Linkedin que pone directamente "Contable". Ni
Executive Account Manager ni ostias. Respetazo gordo”. Después comentó: “Linkedin está lleno de "
Business Consultants" que le llevan los papeles al Bar Manolo, le presentan las cuentas anuales a "Ferrallas Gutiérrez" y venden seguros. El tontopollismo cañí es así”. Suscribo cada una de las irónicas palabras de este usuario de twitter.
Pero en el alba del último miércoles de este tórrido y tormentoso agosto en mi país, quiero homenajear a “verdaderos profesionales” en sus ámbitos de competencias y actuación, que nunca renegaron de su especialidad y la ejercieron (o ejercen) con honestidad y excelencia, por ejemplo la contabilidad. Como D. Adolfo Álvarez Alcaide, (padre de mi compañero Adolfo, del que te dejo una foto en el encabezado), que tuve la suerte de conocerlo allá por la década de los ochenta del siglo pasado, cuando él ejercía de director de administración de la otrora Construcciones Adosadas, S. A. y yo un privilegiado y, a la vez, advenedizo (que no temporero) pasante del bufete de economistas y abogados “Hidalgo Fernández-Zúñiga”. Luego, como los vinos de gran reserva, Adolfo fue progresando en su actividad profesional. Lo volví a encontrar en el camino de la vida empresarial como director en RD Gómez Exportaciones, Karabú…
Me traslada su hijo y compañero mío de "fatigas profesionales", que actualmente Adolfo disfruta de un merecido descanso. Ahora que no me escucha tengo que decir que profesionales de su talla no deberían jubilarse nunca (en sentido metafórico, se entiende), puesto que atesoran información técnica y experiencia de incalculable valor para las nuevas generaciones. Querido Adolfo, este texto va por ti y por todos los expertos de la contabilidad, la medicina, la biología, la fontanería, la cerrajería, la restauración, la vitivinicultura, el transporte, la comercialización, el marketing, la docencia, la informática, la abogacía, la economía… y un largo etcétera de buenos profesionales en sus ámbitos sectoriales de actuación que perennemente son "ninguneados" y conscientemente olvidados por "los de siempre". Como dice @harryelsocio: “Respetazo gordo” (Y un besazo muy grande para Álvaro).