martes, 15 de noviembre de 2016

Escribir para reforzar nuestra marca

Fuente de la imagen: pixabay
Hace unos días, me comentaba Encarna que ya estaba su nuevo libro en las librerías[1]. Si eres follower de este sitio, conocerás mi proactiva relación con la autora. Casi diez años han pasado de “La primera tarjeta de navidad[2], y en el postHablar en público[3] te apunté la frase que le contesté en la década de los ochenta del siglo pasado: “Encarna, puedo hacerlo”. En cuanto a la novela, serie “Reinos de Cristal”, por ahora consta de dos partes: “La comitiva del milagro”[4] y “La cánula áurea”[5]. Según la sinopsis, la historia comienza con la pregunta ¿Cómo hacer que el rey Enrique IV de Castilla, después de un fracasado primer matrimonio con Blanca II de Navarra -unión que terminó anulada por no consumación- y su prima, Juana de Portugal, engendren un hijo? Bueno, no te cuento más[6] y le deseo a Encarnación la mejor de las suertes.

En “Acerca de[7] te insinuaba que es bueno esto de escribir, que lo recomienda nada menos que el maestro de la historia Maktub, de Paulo Coelho, "ya sea una carta o un diario", novelas históricas, como Encarna, o unas notas en este blog, pero hay que escribir, porque nos "acerca a Dios y al prójimo" y posibilita entender mejor nuestro rol en la vida. No hace mucho, escribía Steve McKee en bloomberg, A Branding Exercise for Your Business: Write a Book[8], que traducido[9] es algo así como “Un ejercicio de marca para nuestro negocio: escribir un libro”, que resulta relativamente hacedero ironizar acerca de los “porrones” de libros de negocio vulgares que salen a la venta cada año, pero planificar un libro de negocios, aún cuando no se vaya a publicar, es un ejercicio útil para empresarios que buscan delimitar y redefinir mejor su marca y poner en el disparadero la demanda por sus productos o servicios.

Para ello, McKee desgranaba unas propuestas, como determinar el título del libro, debiendo centrarse en la cepa de la marca, idea o proyecto, describiendo su esencia en una plegaria o invocación. Es necesario huir de estereotipos del tipo “nuestra gente es lo más importante” o “nos preocupamos por tu futuro”. Hay que utilizar oraciones reflexivas, insinuantes, expresivas o alegóricas. Y es que elegir un buen título posibilitará el planteamiento de cuestiones sobre lo que en verdad queremos contar a nuestros clientes. Las respuestas reforzarán los elementos a los que posteriormente atribuiremos nuestro éxito institucional y formará parte de la amalgama de la cultura empresarial del proyecto, idea o negocio. A continuación te dejo un vídeo, subido a Youtube por Ediciones Alféizar Editorial, con una semblanza de “Reinos de Cristal” (Fuente de la imagen: pixabay).
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[1] ¡Felicidades! A ver si un alma caritativa tiene a bien dispensar un ejemplar- se avisa que son dos volúmenes.
[2] Velasco Carretero, Manuel. La primera tarjeta de navidad. 2006. Sitio visitado el 15/11/2016.
[3] Velasco Carretero, Manuel. Hablar en público. 2006. Sitio visitado el 15/11/2016.
[4] Abad Barragán, Encarnación. La comitiva del milagro. Ediciones Alféizar. 2016. 
[5] Abad Barragán, Encarnación. La cánula áurea. Ediciones Alféizar. 2016. 
[6] Entre otras razones, porque aún no la he leído.
[7] Velasco Carretero, Manuel. Acerca de. Sitio visitado el 15/11/2016.
[8] McKee, Steve. A Branding Exercise for Your Business: Write a Book. bloomberg. 2013. Sitio visitado el 15/11/2016.
[9]  Con mi inglés de los Montes de Málaga.