domingo, 11 de septiembre de 2016

La importancia de los elogios sinceros

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Después de la película “Mejor… imposible”, agradable y proactiva charla la que escuché en la tarde, acerca de la importancia de los elogios sinceros en el lugar de trabajo y en cualquier otro sitio. Tenían razón los contertulios en que la historia está salpicada de excelentes e inteligentes cumplidos y deferencias. Y no me refiero a los comentarios de Carol del tipo “Me da pánico que vayas a decir algo horrible” o “No logro captar por qué es un cumplido para mí”, sino a frases como “Tú haces que quiera ser mejor persona”, “Por ti los cavernícolas grabaron las paredes”, “Si la haces reír te da la vida” o el fantástico “Puede que yo sea la única persona sobre la faz de la Tierra, que sepa que eres la mujer más fantástica del mundo; puede que yo sea el único que aprecie lo asombrosa que eres en cada una de las cosas que haces, y en cómo eres con Spencer y en cada uno de los pensamientos que tienes, y en cómo dices lo que quieres decir y en cómo casi siempre quieres decir algo que tiene que ver con ser sincero y bueno, y creo que la mayoría de la gente se pierde eso de ti, y yo les observo preguntándome cómo pueden verte traer su comida y limpiar sus mesas y no captar que acaban de conocer a la mujer más maravillosa que existe.” 

También, en el texto “La subjefa no es mala jefa[1], te apuntaba uno de los hábitos de la subjefa Johnson, esas palabras mágicas “gracias” o “lo siento”, dependiendo del contexto. Concluimos en la importancia del sincero cumplido en el trabajo, que carga las pilas de los colaboradores de una forma bestial. Ese sencillo, simple, pero profundo, “Gracias” propicia la satisfacción y el compromiso en el receptor. R. Mccamon escribía en Entrepreneur The Power of Praise in Business - and How to Do it Right[2], que traducido[3] es algo así como “El poder del elogio en la empresa - y cómo hacer las cosas bien”, sobre que algunos expertos expresan la importancia de los elogios concretos, como recordar una situación privativa, relatar una conducta determinada y mostrarse de acuerdo con la influencia que tuvo en el proyecto, grupo, acción… Opina Ross que hay que hacerlo rápido y sincero, aprovechando una oportunidad que nunca se pensó que se presentaría. En fin. Termino trasladándote que tu visita hace que cada día quiera ser mejor bloguero que el día anterior. Gracias. Te dejo uno de los cumplidos de la historia al principio referenciada, subida a Youtube por joseph serradi[4]. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
________________________
[1] Velasco Carretero, Manuel. La subjefa no es mala jefa. 2016. Sitio visitado el 11/09/2016.
[2]Mccamon, Ross. The Power of Praise in Business - and How to Do it RightEntrepreneur. 2012. Sitio visitado el 11/09/2016.
[3] Con mi ingles de los Montes de Málaga.
[4] Película que ya utilizó mi profe Andrés, de Técnicas de Negociación, como recurso pedagógico en sus clases.