sábado, 20 de agosto de 2016

Más seguridad, menos estrés, más felicidad

Fuente de la imagen: pixabay
Entre abanicos, carruajes y un cierto olor a “manzanilloso” y caballar, escuchaba a los psicólogos Paco y Pepa reflexionar sobre lo poco que nos conocemos a nosotros mismos. Y es que a algunos se nos va la fuerza por la boca en los debates, tertulias, artículos, posts... pero a la hora de la verdad no somos capaces de enumerar sinceramente nuestras debilidades y fortalezas. Apuntaba Paco que el quid de la cuestión se encuentra en aceptarnos y entender lo que somos, inventariando las fisonomías, capas o semblantes de la personalidad y, a partir de ahí, fructificar cada posición de fuerza y cada desnutrición o enflaquecimiento sapiencial. 

Propuso Pepa que en esas tesituras es bueno solicitar asesoramiento, ayuda, consejo… a terceros de nuestro ámbito sincero de relaciones, para que, con su crítica, nos vayan centrando en nuestras realidades cognitivas. Igualmente, insinuó la posibilidad de evaluarnos la personalidad como si de un examen se tratara, verificando y puntuando el camino transitado, identificando los obstáculos superados y las piedras con las que hemos tropezado, caídas ya sea por ineptitud o por factores externos. Todo eso propiciará más seguridad en uno mismo[1], menos estrés y, por derivación, más felicidad[2] (Fuente de la imagen: pixabay). 
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[1] O menos inseguridad, según se mire.
[2] A continuación te dejo un vídeo, subido a Youtube por reelandrews, con la reflexión de Ignacio Fernández acerca de la felicidad en el trabajo.