Fuente de la imagen: BCE |
En relación a la crisis griega y la legitimidad de algunas instituciones europeas, nos recuerda Pablo R. Suanzes en El Mundo, “El Eurogrupo se planta y Grecia queda al borde del colapso”[1], cómo definía Lineker el fútbol: “un juego muy sencillo en el que 22 personas corren detrás de un balón y al final siempre ganan los alemanes”. Con buen criterio, Suanzes asemeja la definición de Lineker a lo que está sucediendo en Europa con la crisis griega, diecinueve estados que conforman la zona euro y al final deciden los alemanes. Termina Pablo con una reflexión que me lleva dando vueltas en la cabeza desde hace un tiempo y que le pregunté a mi profe de Derecho de la Unión Europea: la legitimidad democrática de algunas de sus poderosas instituciones, como el caso del Banco Central Europeo (BCE).
Según mis ideas claves, la función principal del BCE es dirigir el Sistema Europeo de Bancos Centrales, teniendo para ello capacidad normativa. Para el ejercicio de esta función dispone de reglamentos, decisiones, recomendaciones y dictámenes. ¿Quién controla al BCE? La capacidad normativa tiene el límite impuesto por el principio de atribución de competencias y por la actividad de control jurisdiccional que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ejerce sobre estas decisiones. En cuanto a su Comité ejecutivo, está integrado por un presidente (actualmente, el italiano Mario Draghi), un vicepresidente y entre dos y cuatro miembros, nombrados por los Estados Miembros por un mandato de ocho años, siendo responsable de la ejecución de la Política Monetaria acordada por el Consejo de Gobierno y de la gestión del propio organismo.
El Consejo de Gobierno está formado por el Comité Ejecutivo y los Gobernadores de los Bancos Centrales (BC) de los Estados miembros de la Unión Europea Monetaria (UEM), que formula la Política Monetaria Única de la zona euro. Finalmente, El Consejo General está constituido por el presidente y vicepresidente del Comité Ejecutivo y por todos los Gobernadores de los Bancos Centrales de todos los Estados Miembros de la UE, que supervisa las relaciones entre los países miembros de la UEM y los países que todavía no lo son, para completar la adhesión de estos últimos a la UEM.
Creado en 1998 con personalidad jurídica propia, el Tratado de Lisboa lo elevó a la categoría de institución conforme a la previsión del artículo 13 del Tratado de la Unión Europea (TUE), encontrándose regulado en los artículos 282 a 284 del Tratado del Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) y en el Protocolo 3 sobre los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo. Por tanto, actualmente se configura como un organismo autónomo e independiente completamente de los Estados y de las instituciones comunitarias[2]. Por tanto, a todas luces es una institución súper poderosa que no está elegida por los ciudadanos europeos, sino indirectamente por los ciudadanos nacionales de los países miembros a través de instituciones elegidas, a su vez, indirectamente. Así estamos.
Sin embargo, hay expertos que rompen una lanza a favor del BCE, como M. Otero, del Real Instituto Elcano que, a primeros de año, en su artículo “Cuidado con sacar al BCE de la Troika”[3], apuntaba que esta institución se ha mostrado como la más abiertamente europeísta de esa Troika formada por la Comisión Europea, el BCE y el FMI, ya que el FMI es una institución internacional y coincido con Otero y Suanzes en que la Comisión Europea está demasiado a la orden de Estados como Francia y Alemania. Pero concluye Miguel en el sentido que el BCE no tiene ninguna legitimidad para decidir las políticas económicas de los estados miembros de la Eurozona, preguntándose si esa legitimidad la tiene el FMI o la propia Comisión Europea (Enlaces insertados consultados el 28/06/2014. Fuente de la imagen: BCE).
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[1] Suanzes, Pablo R. El Eurogrupo se planta y Grecia queda al borde del colapso. el Mundo. 2015. Sitio visitado el 28/06/2015.
[2] Autonomía e independencia que es muy superior a la de la Reserva Federal estadounidense.
[3] Otero Iglesias, Miguel. Cuidado con sacar al BCE de la Troika. Real Instituto Elcano. 2015. Sitio visitado el 28/06/2015.