Fuente de la imagen: makamuki0 e pixabay |
Escribe Pablo Ximénez de Sandoval en El País, “Ahora en serio, ¿y si cerramos el Senado?”[3] sobre el agotamiento del debate sobre la
creación de una “cámara de representación territorial”, a la que cataloga como
la criatura peor diseñada de 1978. Apunta Pablo que constitucionalistas ya
reflexionan abiertamente sobre la posible supresión de este órgano, pero me
temo que está pasando igual a lo que sucedió en la década de los ochenta del
siglo pasado en Italia: mucho debate y ni siquiera tomate. Inutilidad y Prescindibilidad. En resumen, entendería el Senado sólo como representación
exclusivamente territorial, desligada totalmente del Congreso, por ejemplo en
un estado federal o un estadio autonómico más avanzado al que tenemos hoy,
en el que desentendidos juridisccionales, competenciales, históricos o emocionales, como el generado con el pueblo catalán, tuvieran su encuadre y obligada solución. Pero eso no es posible con el diseño actual y, como habitante del globo terráqueo, me da vergüenza estos despropósitos
consentidos por todos, pero estamos en España y aquí comulgamos con rueda de
molinos ante la guasa y el cachondeo de los de siempre (Fuente de la imagen: Wikimedia Commons). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: makamuki0 em pixabay.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. El soma constitucional. 2013. Sitio visitado el 24/10/2013.
[2] Velasco Carretero, Manuel. "El despropósito senatorial. Sitio iurepost. 2013. Visitado el 24/10/2013.
[3] Ximénez de Sandoval, Pablo. Ahora en serio, ¿y si cerramos el Senado? El País. 2011. Sitio visitado el 24/10/2013.