Fuente de la imagen: captura de pantalla búsqueda en Google |
Ya se había
enterado a través de un barrido en Internet sobre el que te escribe y como conocía mi trayectoria
personal, dio por buena la información recabada, sin necesidad de cruzar datos (gracias) ni pedirme el susodicho reajuste curricular. Luego
me amplió que puedes conseguir a través de Google incluso información que no es de
estilo solicitarla en una entrevista personal, como en qué zona vives, si
estás casado o soltero… y otros aspectos cualitativos y cuantitativos. En fin. Irremediablemente, disponemos de dos contornos: el real
o innegable y el virtual o tácito. Pero no te olvides que para disponer de un
sólido y auténtico perfil, el virtual debe estar conformado de realidad
trasladada a la Red o generada en ella (y al revés).
Parece que los caza
talentos y consultores en selección empiezan a valorar negativamente que no
existas (o coexistas muy poco) en Internet. Si quieres comprobar mis datos en Google, clickea AQUÍ. Claro. Tengo que estar con información veraz, no falsa. Debo recordar que las falsedades, quimeras o invenciones, tienen las patas muy cortas. La imagen que dibuje en la Red (con mis escritos, historial, opiniones…), será un reflejo de lo que soy realmente, a lo "Yo soy eso" de "Conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj". Incluso mis, catalogadas
por terceros, tonterías, si son verdaderas, afectarán positivamente, no te quepa la menor duda, porque el previsible contratista deberá conocer el ying y el yang.
Y si algo no le cuadra y propicia la no contratación, será lo mejor para él y para mí, porque ambos no deberemos perder tiempo en nuestros respectivos caminos. Y ya puestos, para el caso que injustamente escriban
falsos testimonios, incorrecciones e velados insultos sobre mi perfil, rememoraré la variante de la frase que supuestamente[1] D. Alonso Quijano (El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha) le dijo a su escudero (Ladran, Sancho, luego cabalgamos): "Deja que los perros ladren Sancho amigo, es señal que vamos pasando". Fuente de la imagen: elaboración propia (captura de pantalla de búsqueda en google).
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[1] Frase erróneamente a Alonso Quijano, pero que proviene de Goethe y su poema "El Labrador": Cabalgamos por el mundo en busca de mejor fortuna y placeres, pero siempre atrás nos ladran, ladran con fuerza. Parece que quisieran los perros del potrero por siempre acompañarnos, pro sus estridentes ladridos solamente es señal de que cabalgamos. A su vez, parece que Goethe se inspiró en proverbios árabes.