miércoles, 21 de septiembre de 2011

Exhausto, pero contento

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Ayer me levanté con el cuerpo “cortao”. Me puse ropa de “batalleo”, me tomé una manzanilla y tiré para el centro de Málaga, donde nos esperaba un autobús que nos trasladó a un paraje de Mollina (España), para vendimiar, es decir recogida de racimos de uva. Cuando llegamos, ya los viticultores habían recolectado como mil kilos de uva. Nos explicaron la diferencia entre recoger uva de vino, vendimia, y recolectar uva de mesa, que se denomina simplemente, cosecha. La vides estaban en espaldera y el método de recogida fue manual, es decir, con tijeras y guantes en las manos. Comentaron otro tipo de vendimia, la mecánica, pero para vinos de calidad y espumosos, es mejor la elección manual y selectiva de los racimos. 

El día fue ideal, ya que estaba nublado, aunque no llovió. Se recogió aproximadamente unos siete mil kilos, los cuales eran transportados mediante remolques a la fábrica, bodega o cooperativa. Cuando el transporte se realiza en remolque, no se debe llenar mucho el contenedor, para que la uva no se aplaste. Antes de descargar los remolques en las tolvas para molturación de la uva, se realiza el control de ésta, mediante un análisis de grado Baumé que determina la concentración de los azucares, así como otros estudios (evolución del PH, acidez total…), para evaluar la calidad de la uva, que condicionará la posterior liquidación económica al viticultor o viticultora. Terminé exhausto, pero contento. Te dejo un breve vídeo con unas instantáneas. Si quieres más fotos, clickea AQUÍ.