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Y es que a los bartolitos se les llena la boca de que rallan la excelencia y en verdad son unos chapuceros que tienen cincelado el signo del dólar en sus frentes, junto a la bota de hierro en el cuello del colaborador o colaboradora. Presuntos pandilleros, intransigentes, que en menos que canta un gallo descargan una batería de veladas amenazas.
La mafia al menos tiene reglas y códigos que respetan, ellos no. Sí, si lo ve desde esa óptica, el mundo no es justo, pero precisamente porque no lo es, tienes que seguir practicando lo que crees y luchar por un mundo menos injusto, donde los bartolitos se "bartoleen" unos con otros y nos dejen en paz (dibujo de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada posteriormente; fuente: szjeno09190 en pixabay.