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También, me he encontrado con casos en los que el proveedor expresa: “Y tantos euros de beneficio, porque caso contrario no me interesa el proyecto” Pues, hijo, si no te interesa el proyecto, no optes a él. El cliente no es tonto y más temprano que tarde detectará la arbitrariedad, demasía, y usura que se pretende, ya sea queriendo o sin querer. En síntesis, aplicar el desafortunado: "Yo sigo ganando, tú pierdes". Adelántate. Actualiza tu modelo económico. Mejor, cambia el modelo de negocio.
Por ejemplo, factura tu margen en función de los objetivos conseguidos y cobra por los gastos directos efectivamente aplicados. Consigue que tu cliente gane. No te parapetes en acuerdos, licitaciones, contratos, declaraciones... consensuadas y firmadas en periodos de bonanza económica. Que el cliente sienta que te adaptas a las nuevas realidades económicas y sociales y perciba el retorno de la inversión actual que realiza en ti (foto de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada con psoterioridad; fuente: MichaelGaida en pixabay.