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Ayer, un contacto me solicitó la asistencia a una reunión, programada
para la semana que viene, donde iba a tratar la compra de maquinaria. ¿Pero qué te aporto? Por lo visto su gente me conocía de la etapa en el sector agroindustrial (ver post
Si el vino viene, viene la vida), donde tocó comercializar millones de kilos de aceitunas y millones de litros de vino de varias campañas, comprar líneas de producción, robotizar la almazara, modernizar la bodega o construir una planta de aderezo en tiempo récord. ¡Querían cortarme la cabeza lo antes posible! Bromas aparte, le expliqué que fui receptor de la importante labor de todo un equipo de personas, a lo que me respondió que muy bien, pero que quería tenerme al lado cuando sus directivos se sentaran con la firma que pretendía convencerles adquirir una nueva envasadora.
Entiendo que en esto de la compra, además de aplicar lógica y método de trabajo, que pasa por informarse primero de tus necesidades, analizar los productos o servicios que existen en el mercado y que te pueden cubrir esas carencias, seleccionar unos cuantos, pedir presupuestos, cambiar impresiones con los ofertantes y ajustar sus precios a las realidades económicas, financieras y sociales del momento, si puedes, también deberías evaluar aspectos emocionales como, por ejemplo, cuáles de esos proveedores, más que cliente te ven sinceramente como socio o partner en la parte que te ofrecen. Es difícil separar el grano de la paja, pero tienes que intentarlo por bien de la operación y existen técnicas que reducen el riesgo a equivocarse. Todavía, recuerdo con cierta tristeza, la desnudez empresarial de un equipo vendedor ante una comisión de compras que coordinaba. Se destaparon las verdaderas intenciones empresariales, el juego de comisiones encubiertas y parte de sus agendas ocultas.
El otro día, en el programa
La Ventana, escuchaba a un especialista en materia de empleo, asesorar a una persona para que siguiera profundizando en la actividad que había ejercido en su último trabajo, esto es gestión de compras y logística de distribución, ya que, en su opinión, esas tareas se iban a demandar en este periodo de crisis. Sin embargo, no todo es a favor. Se escribe en
businessweek, CFO,
Who Needs COOs?[1], que si bien en una recesión, la solicitud de los directores de operaciones, COO,
Chief Operations Officer, debería ser alta, según un estudio de una firma de selección, en la actualidad la demanda de estos asistentes al CEO, está en retroceso. Como se apunta en el artículo, la explicación puede encontrarse en la exigencia al puesto de CEO, que se le pide que lleve implícito un CCO, o bien debido al miedo de los CEOs a tener muy cerca un CCO que pueda sustituirles. En síntesis, la gestión de compras y logística de distribución es más importante aún en tiempos de recesión económica (
imagen de gifs-animados.net). Link y fuente actualizados posteriormente. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: geralt en pixabay.
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[1] Krantz, Marshall. Who Needs COOs? cfo.com. 2008.