A principios de la semana estuve en la Comarca de Antequera (España), en una almazara de aceite de oliva virgen extra, adherida al grupo Hojiblanca. Puse mis manos en los decantes y molinos Pieralisi (recuerdo la decisión de inversión que coordiné en 2003, entre marca Westfalia y Pieralisi), percibiendo el movimiento de las máquinas, mientras la nariz se regodeaba con el aroma del zumo de aceituna y los ojos se cerraban por los destellos del amarillo elemento, brotando en la mente imborrables recuerdos. Me sentí bien.
Antaño "competencia empresarial", ese frío lunes, recibí el calor del equipo directivo que me recibió y el irrefrenable deseo de volver a colaborar en ese perfil de proyectos agroindustriales. Triste está el sector del aceite de oliva virgen extra español, ya que, si bien la Comisión Europea obligará a los productores a modificar su etiquetaje (El País), incluyendo el origen de las aceitunas, los italianos se seguirán saltando este detalle, ya que podrán incorporar la frase “Aceite comunitario” y seguir vendiendo producto de otros países como si fuera suyo (foto de molino de aceite de oliva, de la marca "italiana" Pieralisi; fuente: su página web).