jueves, 29 de enero de 2009

No tan rápido

Fuente de la imagen: thisisprabha en pixabay
Reconozco que en la maduración de los proyectos, algunas veces soy impaciente. Me lo dicen los consejos de dirección y los equipos de colaboradores. Supongo que razón les asiste. No quiero confundirte y que pienses que lo que intento es buscar lo que se llaman “victorias rápidas”. Ya caí en esa trampa hace más de veinte años y pagué las consecuencias. Hoy, con independencia de mi mayor o menor incompetencia en el mundo ejecutivo, a veces vislumbro caminos y formas de resolver los entresijos institucionales, operativos y comerciales, que no se acercan a la cruda realidad. 

Sufro cuando, sin razón aparente, se dilata una resolución, un informe técnico, una decisión de una comisión… Mark E. Van Buren, Todd Safferstone, escriben en el portal de pago Harvard Business on line, artículo The Quick Wins Paradox (6,5 libras el texto), que para lograr el éxito de la empresa, tenemos que dejar a un lado los logros individuales y laborar con el equipo, de forma que las victorias sean colectivas.

En un estudio realizado por los autores a nuevos directivos, se detectó que la mayoría se enfocaban en los detalles, reaccionaban negativamente a las críticas, intimidaban al personal y no dejaban actuar a sus responsables inferiores. Por su parte, los líderes de éxito compartían una intensa visión en resultados, excelentes habilidades en el manejo del cambio, buenos comunicadores, generan relaciones proactivas, propician habilidades al grupo. 

De esta forma, preparan al equipo para los momentos más difíciles y la consecución de victorias no tan rápidas o bastante más complicadas (Velocidad "v", aceleración "a" y distancia recorrida "S". La gráfica muestra la función velocidad respecto al tiempo. La pendiente de la curva azul será la aceleración y el área bajo la curva entre dos abscisas será el espacio recorrido. Fuente: Wikimedia Commons). Imagen incorproada con posterioridad; fuente: thisisprabha en pixabay.