lunes, 19 de febrero de 2007

Cooperación vs competición

Dejando a un lado señales manifiestas como el déficit comercial, la baja productividad, etc. (ver, por ejemplo, post productividad, desarrollo, economía) y centrándonos en las recientes indicaciones positivas leídas en la prensa y difundidas por el gobierno, pienso que el actual “clima de confianza” de la economía española es “más de lo mismo”, debido a su tradicional y arcaica concepción competitiva del mercado, sustentada en sensibles motores, como la construcción, y a merced de los vaivenes de los recursos energéticos, en vez de asentarse en el concepto cooperación libre (no impuesta), aprovechando la tecnología, la circulación de la información, los flujos migratorios y la creciente, y ya obligada, sensibilización con el medioambiente. 

En octubre de 1997, decía Michael Perelman que 
“nuestro pensamiento económico actual nos impide acometer la ardua y gozosa tarea de construir un mundo mejor”. 
En ese espíritu, pregonaba en su libro “The End of Economics”, precisamente un llamamiento al fin de la economía y al comienzo de algo mejor, a partir de las numerosas recomendaciones que, bajo el rótulo de “utópicas”, descansan desde hace mucho tiempo en los estantes polvorientos de la biblioteca de la Vida.

(Formato de texto modificado posteriormente por desconfiguración de blogger. Fuente de la imagen: sxc.hu).