En 1947, una niña checa, Jitka Samkova, envió a UNICEF un dibujo agradeciendo la ayuda que su país recibió por parte de la organización durante la Segunda Guerra Mundial. En 1949, ese dibujo se convirtió en la primera tarjeta de felicitación de UNICEF, y desde entonces la organización diseña y fabrica sus propias tarjetas, cuyos beneficios se destinan íntegramente a financiar proyectos de desarrollo en los 155 países del mundo.
Por si es de interés, en la Web, tienda unicef.es[1], ya se pueden adquirir las tarjetas de felicitación tradicionales u optar por el servicio de Tarjetas electrónicas con imágenes en movimiento, música e incluso percepción 3D. Se Podrá crear una agenda de contactos, personalizar el interior con el logo de la empresa y la firma digitalizada, así como programar el envío de tarjetas en las fechas que se elijan. Fuente de la imagen: página web unicef.
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[1] Sitio visitado el 30/11/2006.