Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
A la vista, el Vidueños de Sedella Blanco de Guarda presenta un color amarillo verdoso brillante y limpio. En nariz, su aroma es una explosión de sensaciones a notas yodadas, salinas y de fruta de hueso que se entrelazan rememorando panal, incienso y anisados. En boca, es un vino delicado, con una senda llana y algodonosa, donde la acidez objetiva y el final largo se completan a la perfección. Los recuerdos de fruta melosa persisten en el retrogusto, dejando una sensación agradable y perseverante. Más que un vino es como una expresión del alma del terruño de la Axarquía malagueña, que invita a descubrir la riqueza y diversidad de las variedades blancas de esta comarca vitivinícola, demostrando que la tradición y la innovación pueden ir de la mano para crear vinos excepcionales[1]. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Parte de este texto también se ha editado en el sitio vinopost, bajo el título “Vidueños de Sedella”.