La imagen corresponde al gasto energético extra que durante unas horas mi familia realiza con motivo de estas fechas. Le remití a Paco unas fotos del alumbrado de navidad de la calle Larios (Málaga, España), con la leyenda “energía a tope” y me “wasapeó” link al artículo de Raphael Minder en The New York Times, As a Spanish City Lights Up for Christmas, So Does a Debate (si quieres acceder al texto, clickea AQUÍ), que traducido con mi inglés oriundo de los Montes de Málaga es algo así “Cómo una ciudad española se ilumina en Navidad , generando también debate”.
SI eres follower de este sitio, seguro sabes que no soy amigo de los desmedidos en el uso de los recursos naturales, por otro lado, escasos en este mundo que nos ha tocado vivir. Me alineo con aquellas personas que abogan por la sostenibilidad, es decir un uso sensato de los recursos para satisfacer las necesidades razonables de nuestro presente sin hipotecar las demandas de las futuras generaciones. Obviamente, estemos o no de acuerdo con ese gasto energético, hay que reconocer el efecto positivo que previsiblemente tiene en las arcas de la ciudad de Vigo.
Asimismo, con independencia del color político que profesemos, es justo reconocer que su alcalde posiciona la ciudad durante unas semanas en el “mundo mundial”, generando un flujo turístico con la correspondiente repercusión difusora. Lo que me cuesta entender es que precisamente sea esa ciudad de Estados Unidos la que critique la actuación institucional del ayuntamiento viguense. New York, con algunas de sus calles encendidas a “tutiplén” durante todas las noches del año. Habría que decirles a esos críticos neoyorquinos el dicho: Look who went to talk (mira quién fue a hablar). Fuente de la imagen: archivo propio.