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A principios de los noventa estaba fenomenal trabajando con mi entonces jefe, en su despacho, pero el programa de doctorado en dirección estratégica[1] me metió muchos “pajaritos” en la cabeza en relación a organizaciones empresariales de tamaño mediano o grande, por lo que decidí darme la oportunidad de trabajar en una gran o mediana empresa, en detrimento del proactivo entorno laboral que el titular de la actividad profesional me había brindado hasta esos momentos. Finalmente, me seleccionaron para director de auditoría interna de una firma de tamaño medio del sector de la distribución, euromarket[2]. Recuerdo que el curriculum vitae llevaba incorporado el apartado “aficiones”, donde ponía el deporte favorito, la última película vista en el cine, el penúltimo libro hojeado, los viajes…
De un tiempo a esta parte, me da la impresión que esa sección “lúdica” no la percibo en las propuestas de los expertos en “búsqueda de empleo”, donde priman los CVs de una página (estoy de acuerdo con esos curriculums vitae, siempre que la información lleve incorporada links por doquier que posibiliten la ampliación de la información si el seleccionador lo estima oportuno). Te cuento lo anterior porqueayer me trasladaba Paqui las preguntas que le habían realizado en una entrevista de selección: 1. ¿Te gusta el cine? (Sí. Respondió); 2. ¿De las últimas películas que has visto, cuál es la que más te ha gustado y por qué? Pero lo que más le sorprendió (y a mi), fue la explicación posterior que recibió en justificación de las cuestiones previas que le habían planteado.
De un tiempo a esta parte, me da la impresión que esa sección “lúdica” no la percibo en las propuestas de los expertos en “búsqueda de empleo”, donde priman los CVs de una página (estoy de acuerdo con esos curriculums vitae, siempre que la información lleve incorporada links por doquier que posibiliten la ampliación de la información si el seleccionador lo estima oportuno). Te cuento lo anterior porque
La consultora de selección pretendía localizar a personas que se encontraran en sintonía, en armonía, con los perfiles del departamento de la empresa para la que estaba seleccionando personal, con el objetivo de reforzar la “cultura de semejantes” de esa institución empresarial. Me parece muy interesante ese tipo de sensibilidad, ya sea para no romper la concordia o fraternidad laboral existente o para conseguir un estadio organizativo basado en un determinado perfil colectivo de colaboración y, por derivación, de cultura empresarial a la que se aspira. En cualquier caso, en ese tipo de empresas, donde se plantean o tienen ese tipo de inquietudes, merece la pena colaborar con ellas o en ellas (Fuente de la imagen: pixabay).
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[1] Que por esas fechas realizaba en la Universidad de Málaga (España).
[2] Con un volumen de facturación que en 1993 superó los dieciséis mil millones de las antiguas pesetas.